Visita y Aportes a la Memoria del Almacén Histórico

El Museo Batalla de Caá Guazú y el Museo de Sitio «Almacén de Ramos Generales» recibieron la visita del señor Atilio Romero, un valioso referente de la memoria local. El Sr. Romero compartió su perspectiva y aportes sobre los años de funcionamiento del histórico Almacén de Ramos Generales y especialmente, sobre el predio donde este se asienta.

El domicilio que ocupó el Sr. Romero tuvo un significado histórico para la localidad, ya que fue sede de uno de los primeros hoteles del pueblo y de la primera parada de ómnibus, enriqueciendo así el relato sobre la evolución social y comercial del lugar.


Características Crónicas y el Legado Arquitectónico del Siglo XIX

El Museo de Sitio destaca la singular arquitectura de los edificios del Almacén de Ramos Generales del Siglo XIX, cuya construcción es testimonio de una época de gran auge comercial:

  • Construcción Sólida: Edificados con doble o triple pared de ladrillo y revoque de barro, con contrafuertes y cubiertas de tejas o chapa acanalada sostenida por artesonado. Esta técnica aseguraba la conservación (fresca o seca) de la mercadería durante todo el año.
  • Funcionalidad: Se destacan sus galpones y bodegas. El diseño preveía una puerta ancha para la entrada de carros, aprovechando el desnivel del terreno para diferenciar el acceso. La mercadería ingresaba por el depósito y se vendía en el almacén (los salones que anteceden a las paredes blancas mencionadas en los registros).

El Origen del Edificio: Hotel Bouvier

El edificio es una antigua finca que funcionó como el Hotel Bouvier, ubicado en lo que era el camino de Carros de Chascomús. Inicialmente tuvo diversos oficios antes de convertirse en el Almacén de Ramos Generales de la familia Bouvier.

A principios de 1900, la propiedad fue adquirida por la familia Molinari, inmigrantes italianos de Génova, quienes instalaron en el lugar su propio Almacén de Ramos Generales, continuando su tradición comercial.


El Concepto del Almacén de Ramos Generales

Estos establecimientos eran esenciales para la vida rural y de los pueblos, llamados así por la variedad de rubros comerciales que abarcaban:

  • Desde alimentos, muebles, bazar, ropas y ferreterías, combustible, materiales de construcción y hasta carruajes.
  • Además, funcionaban como centros de acopio para productos de estancias (cueros, cereales, lanas), abasteciendo a la Capital y a los puertos.
  • Muchos contaban con despachos de bebidas al mostrador y algunos incorporaron carnicería o panadería.


Información de Contacto del Museo

Dirección: Plácido Martínez y Juan Pampín. Horario: De lunes a viernes, de 9 a 12 h.