
No es tema menor haber compuesto el chamamé más exitoso de la música popular
argentina, y de eso supo Mario Millán Medina, el autor de “El rancho é la Cambicha”.
Nació en Colonia El Porvenir, departamento de Goya, el 25 de mayo de 1914, hijo de
Antonio Millán y Doña Dionisia Medina, y en la adolescencia comenzó a ejecutar la
guitarra española en forma intuitiva. A los 21 años se alejó de Goya con un conjunto
musical nativo que ejecutaba obras de su autoría, mayormente, y otras del folklore
correntino de esa época.
Fue un cantor chamamecero trashumante. Recorrió pueblos, parajes, casas de amigos, en
una verdadera peregrinación artística de donde extrajo las motivaciones de sus temas y
compartió con los mismos personajes sus creaciones dedicadas a ellos.
Dueño de un fino humor y de una mirada aguda sobre las cuestiones sociales, eso llevó a
que su arte sea criticado por algunos sectores a los que no les gustaba verse reflejados como
sociedad, malinterpretando la ironía inteligente de Millán Medina para describir política y
culturalmente la situación de su lugar y su gente.
Creador con una definida personalidad autoral, fue dueño del arte de la descripción como
muy pocos en este género. Se inspiró en los tipos lugareños, en los sucesos y hechos de la
vida rural. Mario Millán Medina contó, narró y cantó en el idioma de su gente.
Sus creaciones constituyen un claro testimonio histórico-social de su época. Pone en
situación al personaje, describe la situación a vivir, vestimenta, hábitos, conflictos políticos,
entorno, modalidad del baile y hasta su coreografía.
Es uno de los primeros- sino el primero-que escribe “a la gente” y no sólo al paisaje en
este género. Algunas de sus composiciones como “ “El sargento Sapo” , “Caraícho” , “ Mi
ponchillo colorado” , “ La guampada” , “ “El recluta” , “La familia del Taitá” , “ Camino
del arenal”, entre otras, patentizan esta característica.
También se presentó en Brasil, Paraguay y Uruguay.
Falleció en la ciudad de Santa Fe el 6 de Noviembre de 1977, llevándose consigo un estilo
que muchos trataron de copiar, en distintas décadas, sin su gracia y elegancia.
