El Instituto de Cultura de la Provincia ha realizado en la última edición de ArteCo 2020 la adquisición de dos nuevas obras destinadas al patrimonio del Museo de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal”.
Una obra de la artista de Goya, Mariza Hierro y otra de Carlos Casigno, de Corrientes, fueron las seleccionadas para integrar el patrimonio del Museo Vidal.
La plataforma de ArteCo, durante los 4 días en que se desarrolló, tuvo más 45.000 vistas y casi 4.000 visitas. La propuesta fue realizada íntegramente a través de la plataforma digital corrientesarteco.net y redes sociales de la actividad, y estuvo organizada por el Gobierno de la Provincia, a través del Instituto de Cultura y la Dirección de Industrias Culturales.

La feria buscó fortalecer la escena artística de Corrientes, poniendo en diálogo a artistas de la región con críticos, teóricos y coleccionistas de distintas provincias del país, generando un circuito artístico que invitó al público a conocer a sus artistas y a sumarse a las charlas y talleres que se dictaron en el marco del mismo.
Como parte de esta edición de la Feria el Gobierno de la Provincia adquirió, a través del Instituto de Cultura, dos obras de artistas participantes, las cuales pasaran a formar parte desde ahora de las colecciones del Museo.
“Circulación obligatoria”
Mariza Hierro es una artista visual que reside en la ciudad de Goya y es una las fundadoras de la Galería Jacarandá de dicha ciudad.
Respecto a esta obra expresa:
La religión, la política y la magia fueron las primeras situaciones vividas que arrastra mi memoria, las que despertaron mi sensibilidad, elementos que se hacen presentes con más claridad en el proceso creativo a medida que transcurro por el tiempo.
En los últimos años encontré en el collage y la mixtura de técnicas la manera más cómoda de expresar aquello que por primera vez vieron mis ojos o esto que hoy supongo. Así mismo fui acotando el tamaño de las obras para que esas pequeñas “cosas” que voy encontrando (o me encuentran) se ajusten al discurso. Desde la ironía y lo lúdico, cada pieza presenta un cuestionamiento.
Aun así, la gestualidad de la abstracción es un paraíso recurrente al que vuelvo siempre, amor incondicional que espera con paciencia. De vez en cuando me permito el retrato o algún paisaje.
Salto anárquicamente de un estilo a otro porque no me interesan las formas; de aquello se encargaran los que encajonan en nichos la pasión de los que hacemos.